REFUGIADAS

En imagen el rostro infantil de los refugiados: “Sofía”, una niña virtual, animada en 3D, que fue generada empleando unas quinientas fotografías reales. Es fruto de un trabajo de colaboración entre quienes proporcionaron las imágenes, los animadores de las películas Planet of the Apes y Avatar, y la agencia creativa Edelman para darle vida a través de cortos audiovisuales y visibilizar un drama real en una campaña de sensibilización de UNICEF.

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Sofía, uno de los nombres más comunes en el mundo, es un símbolo de menores de edad que han quedado sin familia y tienen que abandonar sus hogares debido, principalmente, a los conflictos armados. Sus vidas se han paralizado, afrontando numerosos problemas de nutrición, enfermedades, desarraigo, trata de seres humanos, falta de escolarización, entre otros.

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El Pacto mundial para refugiados, firmado en 2018, tiene como objetivos aliviar la presión sobre los países de acogida, aumentar la autosuficiencia de los refugiados, ampliar el acceso al reasentamiento y apoyar en los lugares de origen para que regresen en condiciones de seguridad y dignidad.

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En 2019, 33 millones de niños eran migrantes internacionales. Solo el año anterior habían llegado a Europa 34.000 niños con esta condición, procedentes de países como Siria, Irak, Nigeria, Guinea, Bangladés o Marruecos. El número de niños que hacen la ruta de la migración solos se ha multiplicado por cinco en los últimos años, lo que los hace más vulnerables.

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1 de cada 8 migrantes internacionales es un niño. En los últimos dos años el número de desplazamientos forzosos ha aumentado debido a la pandemia de Covid-19, el agravamiento de la crisis climática y en nuestro entorno la guerra en Ucrania.

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